(Texto del sr.Tomás Diaz Len, esta hecho hablando de una zona concreta pero vale a modo general,)
15. Riscos de Valdesangil.
LOS DEPORTES EN LA NATURALEZA
Las actividades que se realizan en la naturaleza se caracterizan precisamente por que se realizan en el medio natural y, claro está, cuanto más salvaje es el medio y mejor conservado la actividad resulta doblemente satisfactoria al ser capaces de adaptarnos al medio y disfrutar de él. Enfrentarnos a esa actividad con el mínimo posible que podemos llevar requiere un esfuerzo personal que nos aproxima a nuestra condición natural de ser. La idea es reducir los elementos materiales que condicionan continuamente nuestra vida en la ciudad.
Por el contrario cuando para realizar estas actividades empleamos una gran cantidad de recursos y materiales y todo es posible, estando al alcance empleando medios más o menos sofisticados, la actividad está en exceso facilitada. Se adapta el medio a las necesidades de la actividad con el propósito de alcanzar mejor rendimiento y cuanto antes mejor. Calificados entonces como “deportes de naturaleza” estas actividades se diferencian en poco de la vida cotidiana y el entorno natural en el que se desarrollan pasa a un segundo plano.
Son muchas las actividades que podemos realizar en la naturaleza y en especial aquellas que tienen a la montaña como protagonista: senderismo, trekking (varias jornadas ), ascensiones, escaladas, etc..
MONTAÑISMO Y NATURALEZA.
El impacto de los deportes de naturaleza es variado. Evidentemente todo lo que supone la locomoción en el medio con elementos ajenos a nuestra propia naturaleza (motos, quads, etc.) genera mayor impacto en el medio, molestando a la fauna de la zona y ocasionando procesos erosivos por los caminos que transitan, y en ocasiones destrozando las veredas para los amantes del senderismo y los habitantes de la zona.
A medida que la actividad requiere menos elementos, y estos son menos agresivos (bicicleta), es menos impactante. El montañismo ha de tener en cuenta que se desarrolla en espacios únicos, muy sensibles, generalmente pocos afectados por el ser humano y por tanto de un valor natural incuestionable. La práctica de la escalada como otros deportes denominados “de aventura” se ha convertido en un fenómeno masificado y a través del cual acceden al medio natural gente diversa, que podíamos diferenciar entre los que buscan logros deportivos, y los que buscan un contacto con la naturaleza, precisamente porque se desarrolla en lugares excepcionales donde el proceso geológico ha formado pequeñas o grandes paredes de ancestral atracción.
Las denominadas “escuelas de escalada” donde se practica la escalada deportiva, cumplen con la necesidad de mejora deportiva al facilitar la actividad, por ser lugares accesibles y cercanos, y por la seguridad de las vías al estar equipadas con seguros sólidos y permanentes. En muchos casos se corre el riesgo de perder el rumbo al primar la acción físico-deportiva, que se ve limitada por el número de vías de la escuela, sobre la realización de la actividad en y con la naturaleza. Este modelo “consumista” puede ser extrapolado a lugares cada vez más lejanos, provocando un impacto sobre el entorno natural (muy importante en lo que respecta a las aves y su nidificación); al no considerar suficientes las escuelas se crean nuevas al ritmo de las crecientes necesidades deportivas y olvidando el terreno de juego donde se desarrollan.
Cada vez se hace más necesaria la formación en el desarrollo de los deportes de naturaleza, no sólo desde los aspectos más técnicos de la misma sino también por sus implicaciones ambientales. La aproximación a este tipo de actividades antes era autodidacta y se realizaba en un grupo, más o menos pequeño de gente, en el que cada cual aportaba sus conocimientos e inquietudes, adquiriendo un compromiso paulatino entorno a la actividad y al medio donde se realiza. El tiempo que se invertía en la práctica deportiva y lo que eso conllevaba era mayor; la acampada o el vivac suponían parte del disfrute de la montaña. ¿Dónde esta el espíritu de rebeldía que caracterizaba a esos muchachos “locos” que se subían por las piedras?. Hoy el acercamiento a estos deportes de naturaleza se hace necesario desde el ámbito de profesionales que sepan transmitir también inquietudes y valores ambientales. La importancia de los primeros acercamientos, que el iniciado tiene a la actividad y por supuesto al medio en el que se desarrolla, se revela decisiva para adquirir, posteriormente y por si mismo, esas enseñanzas o valores.
LA ESCALADA EN LA SIERRA DE BÉJAR
La sierra de Valdesangil, situada al noroeste de la sierra de Béjar, constituye por sí sola un pequeño macizo claramente diferenciado de ésta. Esta formado por pequeñas colinas, riscos graníticos y valles que albergan en su extensión numerosos bloques y pequeñas paredes aptas para la práctica de la escalada. La zona vio nacer la primera escuela de escalada deportiva de la provincia, si bien las escaladas ya se realizaban desde su concepto más clásico en las agrestes paredes cimeras de la Sierra de Béjar (Risco Gordo y Hoya Moros). No se trata en ningún caso de una gran escuela, con infinidad de vías y amplias paredes, sino de bloques cuya máxima altura alcanza los 20 m muy concentrados en una zona cercana al pueblo de Valdesangil, los Carabancheles.
Otras zonas de interés y que en los últimos años han experimentado un auge notable son la Colina de la Hamburguesa (Fuentebuena), la pared de Moby Dyck, conocido por los escaladores locales como el Cancho Bermejo y numerosas zonas de bolos donde se práctica la escalada sin cuerda (bulder), todos situados en la sierra de Valdesangil. A no muchos kilómetros la escalada deportiva se puede practicar también en el Tranco del Diablo, El Risco de Santibáñez y los Canalizos.
El concepto de escalada es más amplio que su acepción más deportiva, y así es posible realizar vías de varios largos equipados como en deportiva o sin equipar (escalada clásica en Risco Gordo y Hoya Moros) y escaladas que implican condiciones de alta montaña, incluso durante la época invernal (alpinismo y escalada en hielo). La sierra de Béjar constituye un enclave privilegiado para la práctica de la escalada; al ser una montaña pequeña, con un carácter alpino en sus cumbres y circos glaciares, ofrece grandes posibilidades a muy poco tiempo de marcha, por lo que se podría calificar también como una gran “escuela de escalada” donde entrenar y preparar proyectos más comprometidos en las zonas alpinas del resto del mundo.
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3 comentarios:
Mataillo, este sabado hay una fieta-competicion en el vellon que organizan unos amiguetes. no se si el moncho os ha dicho algo. De todas maneras, si os apetece venir pegarme un toque. el cartel del evento esta en el blog bloquerosyalgunchapero.blogspoy.com.un saludo de javi el pereñalo
ole tomas, muy bueno,,,,,,,,,,
alvarito.
http://www.ringo.com/profile/navadelbarco.html
pegalo por ahi
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